sábado, 2 de junio de 2012

Cincuenta años del regreso de la Esperanza a la Capilla de Pureza



   Cuentan las crónicas que aquella Madrugá la "Virgen marinera" salió "con aires de despedida de su iglesia de San Jacinto". Espléndido de hermosura, con dos tandas de camelias blancas y rosas en su delantera, junto con los claveles blancos, el palio de la Esperanza cruzó el puente camino de Sevilla bajo los potentes reflectores del Churruca, "cuya marinería daba escolta de honor a la que es Reina del Mar". En una presidencia de honor figuraba el maestro de la radiodifusión española Bobby Deglané -que sólo cinco meses antes había coordinado desde los micrófonos de Radio España la Operación Clavel- y una representación de la Comunidad de Padres Dominicos. Aquella era una estación de penitencia especial para el cuerpo de nazarenos que presidía como hermano mayor Antonio García Carranza. De regreso a Triana, el paso de misterio del Cristo de las Tres Caídas, recién remodelado, y el de la Virgen se despidieron "con pena" de San Jacinto para, después, visitar el convento de las Mínimas y la catedral de Señora Santa Ana, donde el párroco, José María Arroyo, y el director espiritual de la hermandad, el canónigo José Sebastián y Bandarán, acompañaron a la Virgen hasta su "nueva y antigua" capilla de la calle Pureza. Corría el 20 de abril de 1962, Viernes Santo, y la hermandad de la Esperanza de Triana inauguraba una nueva etapa en su larga y fecunda historia al concluir su estación de penitencia en la que antes había sido y hoy día sigue siendo su capilla, una efemérides de la que se cumple este año elcincuenta aniversario.
Portando el Simpecado, como "primer nazareno de la Virgen tras la manguilla parroquial", figuraba esa MadrugáLuis Murillo, a quien 25 años después, siendo ya hermano mayor, le tocaría vivir las bodas de plata de esa efemérides. "Recuerdo, nada más entrar en la capilla, a hermanos muy antiguos de la hermandad como Espinosa, Canito, García Corona o García Carranza, abrazados y llorando. Yo, sin embargo, lloraba de impotencia y de rabia por ver dónde metíamos la cofradía. Aunque la Virgen lo llena todo, la primera impresión que me produjo la capilla fue de un gran vacío. No sólo no había ningún altar, ni ningún retablo, sino que las paredes estaban completamente blancas". Con el paso del tiempo, "la hermandad ganó mucho con su entrada en la capilla, y a pasos agigantados".
"Salir de San Jacinto y entrar en Pureza fue muy emocionante para los nazarenos que hicimos la estación", recuerda por su parte Curro Revuelta, nazareno verde de cirio ese día, a quien también impresionó la desnudez de la nueva casa de la Esperanza. "Nada más que había unos muros blancos y una hornacina donde estuvo la Virgen durante varios años hasta que se logró la propiedad del retablo mayor", que se hallaba a la intemperie en el destruido convento de la Merced de Osuna.
La actual capilla de los Marineros ya fue sede de la hermandad desde 1815, cuando sus cofrades costearon la construcción de un templo propio en la entonces calle Larga. En 1868 la Junta Revolucionaria enajenó y cerró la capilla, sacándola a pública subasta, adjudicándosela dos súbditos ingleses que la dedicaron al culto de la religión anglicana. Posteriormente, ya desacralizado, este recinto sería almacén de corcho, de carbones y cabaret, hasta que en 1953 la hermandad acuerda trasladarse nuevamente a su antigua capilla, proyectando su remodelación el arquitecto Aurelio Gómez Millán. Durante el periodo de enajenación de la capilla, la hermandad se trasladó a la iglesia de San Jacinto, donde permaneció cerca de un siglo hasta aquel Viernes Santo de 1962.




Primera entrada del Santísimo Cristo de las Tres Caídas en la Capilla de los Marineros, año 1962, la salida se realizó desde San Jacinto.
 




Primera entrada de la Santísima Virgen de la Esperanza en la Capilla de los Marineros, año 1962, la salida se realizó desde San Jacinto.
 




La SantísimaVirgen de la Esperanza saliendo de San Jacinto en 1962, su última salida, la entrada la efectuaría en la actual Capilla de losMarineros. Se le aprecian las esquinas de wassonias puestas por Emilio Feliú, de la floristería Mouguet, que ese año se las puso por primera vez y que fueron los floristas de la Hermandad hasta el 2006. 
 


Primer besamanos en la Capilla de los Marineros, en 1962. Jura del Almirante de Marina. La Capilla aún no tiene Altares. En la derecha se ve al entonces Hermano Mayor Antonio García Carranza, y a la izquierda sin vara, se ve al que sería después Hermano Mayor Francisco Fernández Muñoz, al que todos conocían como Paco Arenas.
 



Primera salida desde la Capilla de los Marineros, "Madrugá" del año 1963, en la imagen se puede apreciar la representación de la Hermandad de la Macarena en la cofradía, igualmente se puede apreciar a Fernando Morillo, vestidor de la Santísima Virgen de la Esperanza.

                                        Noticia: José Gómez Palas, publicado en El Correo de Andalucía.
Fotografías: Archivo de la Hermandad - Fernando Alzate y Francisco Javier Hernández.

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